El nombre del país hace referencia a Lucía de Siracusa, una mártir cristiana que padeció durante la Persecución de Diocleciano. Es venerada en la Iglesia católica, ortodoxa y luterana. Se nombró así debido a que Cristóbal Colón arribó a la isla el 13 de diciembre de 1502, el día consagrado a Santa Lucía. Antiguamente, los arahuacos, los primeros habitantes de la isla, la nombraron Iouanalao, que siginifica "Lugar de iguanas", por la abundancia de estos reptiles. Oramos por las familias de Santa Lucía y a ella se las encomendamos.
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